Del cuaderno de Adelaide:
"También en esta aparición la Señora
aparecía con pequeños angelitos, vestida de
color rosa y con el manto verde, su aparición fue precedida
por dos palomas y un punto luminoso. Entre las manos aún
conservaba las dos palomas de plumas oscuras y en el brazo
la corona del rosario.
La Virgen me sonrió y me dijo:
Los enfermos que desean recuperarse tienen que tener
mayor confianza y santificar su sufrimiento si quieren ganar
el cielo. Si no hacen esto, no tendrán el premio y
se los castigará severamente. Yo espero que todos aquellos
que conozcan mis palabras harán un mayor esfuerzo para
ir al Paraíso. Aquellos que sufran sin lamentarse recibirán
de mí y de mi hijo cualquier cosa que quieran. Ora
mucho por esas personas que tienen el alma enferma; Porque
mi hijo Jesús murió en la cruz para salvarlos.
Muchos no entienden estas palabras de mí y por esto
sufro mucho.
Mientras Nuestra Señora llevaba su mano a la boca para
enviarme un beso, el dedo índice y el pulgar unido,
las dos palomas sobrevolaron alrededor de ella y acompañaron
a Nuestra Señora mientras se alejaba lentamente".
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