La intervención de don Cortesi
Don Luigi Cortesi, joven y brillante profesor del Seminario en Bergamo,
filósofo, arribó a Ghiaie el viernes 19 de Mayo de
1944. Inmediatamente se puso con espíritu indagador estudioso,
con animo señorial y afabilidad decidió tanto tomar
en mano la situación, la que no le resulto difícil
entrar en el rol del inquisidor de lo hechos de Ghiaie. No entró
con orden del obispo lo hizo por propia iniciativa. Asistiendo a
las visiones, violó la prohibición del obispo pero
más pensó sin embargo que la autoridad eclesiástica
tenía que tolerar que alguien violara la prohibición
para investigar e informar los hechos exactamente sucedidos. El
22 de mayo dio amplia cuenta al obispo que no hubo ningún
reproche por el contrario lo agradeció.
Aquella gratitud con permiso por debajo (a escondidas) le permitió
seguir estudiando a la niña en aquel momento fue llevada
a Bergamo. El 27 de mayo, el permiso antes mencionados se volvió
permiso explícito y de ese día Don Cortesi tomo en
mano la situación . Después de las apariciones, la
niña fue llevada lejos de Ghiaie y Don Cortesi dió
la orden que nadie pudiera acercarse, sin su permiso.
La retractación
Don Cortesi pasó a ser pronto el abogado del diablo y sometió
a la niña durante mucho tiempo a duras pruebas, con fuertes
presiones psíquicas y la conciencia de la niña .El
15 de Septiembre de 1945 tuvieron éxito finalmente para hacerla
retractase y forzándola a escribir con el engaño en
una página de cuaderno:
"No es verdad que yo haya visto a la Virgen . Yo
he dicho una mentira, porque yo no he visto nada. Yo no tuve
el coraje de decir la verdad, pero entonces yo he dicho todo
a Don Cortesi . Ahora sin embargo yo me arrepiento de tantas
mentiras. Adelaide Roncalli. Bergamo-15 de septiembre de 1945".
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Aquí es como Adelaide volvió a llevar a su diario
el episodio:
"En un cuarto de las Monjas Orsoline de Bergamo, después
de haber cerrado las puertas, Don Cortesi me dictó las palabras
para escribir en la desafortunada hoja de cuaderno. Yo recuerdo
muy bien, el estado de violencia moral que yo estaba sufriendo.
Él dividió la hoja y me hizo él hacerla de
nuevo con mucha paciencia, para conseguir su propósito. De
esta manera la traición estaba cumplida ".
Se anduvo de mal en peor, por mucho tiempo y Don Cortesi, continuó
el e trabajo de inquisidor cruel. Después de las crecientes
demostraciones de personas honestas, el obispo de Bergamo acabó,
demasiado tarde, por prohibir perentoriamente a Don Cortesi acercarse
a la niña.
La Reafirmación
De regreso al ámbito familiar durante unas semanas de vacaciónes,
el 12 de Julio de 1946, luego en la escuela maternal de Ghiaie de
Bonate, Adelaide reafirmó por escrito lo siguiente:
"Ghiaie, Bergamo 12-7-1946
Roncalli Adelaide
Es verdad que yo he visto a la Virgen (yo he dicho que, no
he visto a la Virgen que porque me lo había dictado
Don Cortesi y para obedecerle a él he escrito así).
Roncalli Adelaide"
La hoja también fue firmada por siete testigos: el
sacerdote, 4 monjas, Rota Agnese y Roncalli Annunciata.
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Adelaide escribe en un diario:
"En 1947 fui a las Monjas de la "Sabiduría"
y, aquí cometí mi gran error; narré todo cuánto
había pasado en las apariciones, mientras afirmaba con precisión
de haber visto a la Virgen y de haber escuchado sus palabras.
Al terminar la narración fui presa
de un gran miedo; las palabras de Don Cortesi : "Estas pecando
al afirmar que has visto a Nuestra Señora" primero ellos
me dominaron. Yo quede en silencio, entonces decidí
repetir lo que había aprendido de Don Cortesi, y por consiguiente
dije no haber visto a la Virgen ".
Estas líneas alcanzan para que todos tomen conciencia de
la violencia psicológica que Don Cortesi había ejercido
sobre la niña en una relación de dependencia total.
La relación favorable de padre Agostino Gemelli
El día 11 de Julio de 1944, el Padre Agostino Gemelli, psiquiatra
y psicólogo de fama internacional, encargado expresamente
por el obispo de efectuar exámenes profundos sobre la niña
Adelaide Roncalli, escribio entre otras cosas llegando a la conclusión
en su larga relación envió a Monseñor Bernareggi
, obispo de Bergamo:
"Es excluir que se trate de un sujeto anormal en cual la
mentira da razón al recuento de las visiones tenidas. La
observación prolongada de cuatro días habría
permitido, sobre todo a través de la prueba de inteligencia,
se pudo evidenciar el deseo de engañar o de presentar en
formas diversas, la prominencia de su propia personalidad.
Puede excluirse de la manera más absoluta, porque
la niña no vuelve espontáneamente nunca al recuento
de las visiones; interrogada, baja la cabeza, se pone seria, guarda
silencio; además de la personalidad
se presenta entera al psiquiatra como una personalidad dominada
por la espontaneidad, de la simplicidad, de la proximidad, o sea
de características que no pueden ser imitadas por una niña
Estamos frente caso tipo precozmente positivo, realista, sintético,
más bien estamos opuesto al de una persona histérica
gracias
a la exclusión de formas morbosas de la personalidad o atípica
a ella, nosotros podemos afirmar que las visiones que ella tuvo
en Bonate son verídicas, no son obra de una mente enferma
o efecto de imaginación o efecto de sugestión
"
El Padre Gemelli fue en todo momento contrariado por Don Cortesi.
El ensayo
La comisión teológica, lamentablemente se dejó
manipulear por la investigación hecha por Don. Luigi Cortesi
asumida arbitrariamente y sin garantía legal.
Entre el 21 de mayo y 10 de junio de 1947, se reunió el
tribunal eclesiástico, y Adelaide fue llamada a deponer.
Durante un interrogatorio, se presentó a la niña el
escrito que ella había hecho con la negación. Adelaide
se sintió engañada por Don. Cortesi y prefirió
cerrarse en el silencio y llorar.
En 1960, Adelaide tenía que decirle al Padre Mario Mason
, con respecto a su interrogatorio lo sucedido en el proceso:
"Cuando yo firmé esa carta que me fue dictada asegurándome
que sólo era reservada para él, dentro de mí
inmediatamente, sentí que lo que había escrito era
falso. Pero ahora Don Cortesi se había apoderado de la carta
firmada. Yo vi esa carta de nuevo el día de mi interrogatorio
en la mesa de los jueces de la Curia en Bergamo, y después
del juramento presentado de decir toda la verdad
comprendí
todavía más que había si sido engañada
por don Cortesi. ¿Qué cosa me quedaba por hacer?
¿Yo podría atreverme a denunciar delante de tantos
sacerdotes a Don Cortesi como un falso? Yo preferí guardar
silencio y llorar
"
(Vi: " Lámparas vivientes", Febrero 1978, Milán)
El decreto Episcopal
El 30 de Abril de1948, el obispo de Bergamo emite el siguiente decreto:
"Adriano Bernareggi, Prelado doméstico de
Su Santidad, Asistente al Trono Pontificio y Conde por gracia
de Dios y de la Santa Sede Apostolica, Obispo de Bergamo -
habiendo leído con mucha atención el examen
,los altos estudios serios que fueron realizados por la Comisión
teológica nombrado por Decreto del Episcopal en el
28 de octubre de 1944 sobre los exámenes de las apariciones
y revelaciones de Nuestra Señora a la niña Adelaide
Roncalli en Ghiaie de Bonate, en mayo de 1944; y teniendo
presente las conclusiones que el mismo Comité se alcanzo
después de haber sometido los hechos a una minuciosa
investigación afirman que las apariciones y revelaciones,
en el presente acto declaramos:
1) No consta la realidad de las Apariciones y Revelaciones
de la Beata. Virgen a Adelaide Roncalli en Ghiaie de Bonate
en mayo del año 1944.
2) Con esto nosotros no pretendemos excluir que la Virgen,
confiadamente invocada de tantos en la buena fe sostuvieran
que apareció en Ghiaie, y que pudo haber concedido
gracias especiales, pero no ordinarias curaciones, premiando
de la tal manera la devoción hacia ella.
3) En virtud del presente. Cualquier forma de devoción
a Nuestra Señora, venerada como apareció en
Ghiaie de Bonate, según las normas de las leyes canónicas
queda prohibida.
Bergamo, 30 de abril de 1948
Adriano Bernareggi Obispo de Bergamo".
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Las recuperaciones
Muchos fueron los testimonios de enfermos recuperados durante y
después de las apariciones. Las recuperaciones diferentes
eran instantáneas, perfectas e inexplicables. Durante ese
período, se fundó una oficina especial para las investigaciones
de costumbres.
En el decreto del obispo se lee: "Con esto nosotros no pensamos
excluir que Nuestra Señora, confiadamente invocada por tantos
en su buena fe sostuvieran que la aparición en Ghiaie , que
podría conceder gracias especiales y no ordinarias recuperaciones,
premiando de tal manera la devoción hacia Ella".
Según sólo las afirmaciones , de la gente común
, permanecen dos dudas persistentes.
1) Los tantos pacientes, recuperados inexplicablemente desde el
13 de mayo de 1944 hasta el fin del juicio del obispo el 30 de abril
de 1948 porque los enfermos llegados "en buena fe" a Ghiaie
de Bonate (no conocían la posición de la Iglesia en
merito a las Apariciones), si realmente nada especial pasó
en Ghiaie de Bonate, ellos no hubieran soñado acercarse a
orar a la Virgen y pedirle gracias en aquel lugar desconocido. ¿Todas
esas recuperaciones habrían pasado? ¿Cuándo?
2) Para todos ellos que, desde 1948 a hoy, no más "que
no se evidencia la existencia de la buena fe" (porque al conocimiento
del "no consta" y de las prohibiciones del decreto Episcopal),
en vez ellos han creído en la inocencia de una niña
de siete años, van en peregrinación al lugar de las
apariciones y ellos han orado por si solos o en grupo, con o sin
la presencia de sacerdotes, han invocado la ayuda de Nuestra Señora
de Ghiaie de Bonate o Reina de las Familias .De ella específicamente
se reciben gracias especiales o recuperaciones , como ellos considerar
recibir las gracias obtenidas mediante sus ruegos?
Por cierto, haber creído específicamente en las apariciones
y revelaciones del Beata Virgen a Adelaide Roncalli en Ghiaie de
Bonate e invocando su ayuda . No es cierto lo indicado en el decreto.
La Reunión con Pio XII
En el año 1949, un año después de la publicación
del decreto Episcopal, el Papa Pío XII recibió en
audiencia privada a la niña Adelaide Roncalli la cual revelo
el secreto a el reservado que la Virgen le había confiado
el 17 de mayo 1944 durante la quinta aparición.
El Papa, recibiendo a Adelaide , manifestó creer en las apariciones
de Ghiaie de Bonate ciertamente; ¿por otra parte habrían
empujado a ese gran pontífice a recibir a la niña
, visto el "no consta" en el decreto Episcopal?
La carta de Papa Juan XXIII
En la fecha 8 de julio de 1960, el Papa Juan XXIII envió
a una carta a monseñor Jóse Battaglia Obispo de Faenza
"Acerca de lo sucedido en "Ghiaie".
Carta Reservada del 8 de Julio de 1960
Estimada Excelencia, nosotros estamos unidos por el buen pensamiento
del corazón y la oración. Referente a lo sucedido
en Ghiaie usted entiende que no se debe comenzar desde el vértice,
si no desde la base: y no se debe hablar sin conocimiento sin
antes haber escuchado pronunciar la ultima palabra. Más
que lo sustancial se debe tener en cuenta las circunstancias
han sido estudiad. Lo que merece la pena en "subiecta
materia" que es el testimonio de la vidente: y la afirmación
que todavía mantiene a los 21 años y en conformidad
de la primera afirmación a los 7 años: y retirada
por las amenazas, y los miedos del infierno la hechos por alguien.
Me parece justo insistir en aquellas incisivas amenazas recibidas.
Sin embargo Vuestra Señoría , que entiende
que no es práctico, ni útil, que el primer paso
para una revisión del suscripto dado que espera el "verbum"
para la Congregación de los Ritos, o de otro ministerio
que a su tiempo "faciat verbun cum S.S." etc. Perdone
la simplicidad de mis palabras. Y espero que nos encontremos
siempre bien "in laetitia et benedictione" aun cuando
"dies mali sunt".
Aff. mo Io. XXIII". |
Un comentario de Pío Padre
El Padre Pío les habría dicho a las personas de Bonate
porque habían ido por él a Petralcina: "¿Pero
que cosa viene hacer, aquí, si usted allí tiene en
su casa a Nuestra Señora de Bonate?"
La petición al obispo de 1974
En el trigésimo año de las apariciones, el Señor
Cortinovis presentó al obispo monseñor Clemente Gaddi
una petición acompañada por 7000 firmas de creyentes
que manifestaron el deseo de orar, con el consentimiento del obispo
en el lugar de las apariciones.
Monseñor Gaddi respondió que no podría volver
a abrir el caso si en su presencia no había elementos nuevos,
serios y graves que permanecieran en vigor las disposiciones de
los obispos que el había precedido, pero agregó que
sin embargo no pudo prohibir, ni impedir a personas simples o a
los grupos de personas de llegar al lugar para Orar a la Virgen.
La reafirmación solemne
20 de Febrero 1989, Adelaide Roncalli se definido por reafirmar
solemnemente y oficialmente, delante de un escribano, la veracidad
de las apariciones:
"Yo Roncalli Adelaide,
nacida en la Ghiaie de Bonate Sopra (Bergamo) 23 de abril de
1937, a 45 años de las apariciones, vuelvo para declarar,
como ya lo he realizado más de una vez, en ocasiones
precedentes que se convenzan que tuve las Apariciones de Nuestra
Señora en Ghiaie de Bonate desde el 13 al 31 de mayo
de 1944, cuando yo tenía siete años.
Las historias que he vivido dolorosamente desde entonces, las
ofrezco a Dios y la Autoridad legítima de la Iglesia
a los que solo pertenece reconocer o no, en cuánto a
mí conciencia, tranquila y en la posesión más
segura de mis facultades mentales yo sostengo que es la verdad.
En la fe Adelaide Roncalli
20 de Febrero 1989 ." |
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